Todos los días, los servidores de Facebook, Snapchat e Instagram (por nombrar los que más se usan en Latinoamérica) se llenan de Petabytes con puras fotos. Pueden ser fotos de comida, selfies o hasta imágenes con frases motivacionales hechas en Photoshop o en InstaQuote. Y aunque sabemos que el ser humano es mucho más complejo que solo una imagen y es de mala educación catalogar a las personas según lo que vemos (el equivalente de juzgar un libro por su caratula), dos psicólogos rusos (Elmira Chernoúsova y Innokenti Arséniev) nos ayudan a interpretar a las personas a través de las fotos que eligen publicar en Redes Sociales.
El siguiente post se lo debo a Rosybadia quien me hizo una pregunta muy interesante. Y es una pregunta muy frecuente, por eso decidí hacer un poco más de investigación sobre el tema (aunque yo tengo una opinión muy formada al respecto). Ella me preguntó, “¿Cuál es la mejor hora para publicar en redes sociales?”. El resultado de lo que pude investigar es muy interesante…
El contenido desechable, que no se queda en la red es ahora la moda. En vez de utilizar millones de Gigabytes, Terabytes, Exabytes y/o Petabytes (1, 000,000 Gigabytes) en almacenamiento de selfies, fotos de hamburguesas, videos de personas saludando a otras personas por su celular (el típico LIVE de Instagram dónde tu contacto lo único que hace es mirar la pantalla y decir “hola fulano, ¿cómo tu ta?” y no aporta absolutamente nada extraordinario (ni siquiera ordinario) en esos 10 segundos que acabas de perder en tu vida. Ahora, los expertos dicen que el giro para el 2017 de las plataformas se concentra en algo muy peculiar.
Este post es el resumen de varias informaciones que se me han cruzado durante las pasadas semanas. Es un post que complementa un poco el pasado de adicción al celular, pero ya aplicado un poco a las parejas. Y lo que encontré es súper interesante y aprendí terminología nueva para la era romántica digital.
Blackberry que en estos días anunció que ya no va a hacer más smartphones, nos dejó un súper legado. Mas allá del chisme del origen de su nombre, nos presentó un nuevo paradigma social que Android y iOS han perfeccionado, una súper dependencia al celular. Tanto así que ahora empieza una tendencia a la desconexión o mejor dicho, un mejor uso de los aparatos móviles y el Internet en general. Aquí dejo señales claras de adicción y posibles acciones a tomar. Súper puntual y fácil de entender, (al grano cómo dijo el Dermatólogo)…
El mundo de las redes sociales y el mercadeo digital en general se mueve a un ritmo que a veces le dan ganas a uno a mandarse a cambiar a la Conchinchina y desconectarse por un buen rato. ¡Pero no se puede! Gracias al WhatsApp y la tonelada de amigos early adopters que uno tiene uno siempre se termina de enterarse de la última teleserie digital entre plataformas. En estos días le tocó a Instagram y la “Fortaleza de la Soledad” más reciente de los millennials, Snapchat.