Creo que no ha habido tanta alegría en #Whatsapp desde que Levi’s vistió al «negro de Whatsapp»
Resulta que una actualización anunciada hoy al fin acabará con la práctica de andar creando grupos y metiendo a «to el vivo » en el grupo sin su permiso.
Yo como profe tengo el Whatsapp con al menos 20 grupos. Tengo grupos de estudiantes, grupos familiares, grupos de amigos, excompañeros de trabajo. Es que hoy para cualquier vaina se arma un grupo de Whatsapp. Voy añadiendo y eliminando. Es como “la ley del closet” que trato de cumplir. Me compro una camisa, pero trato de sacar una de circulación. Es para mantener el Ying y el Yang de dentro del closet.
El contenido desechable, que no se queda en la red es ahora la moda. En vez de utilizar millones de Gigabytes, Terabytes, Exabytes y/o Petabytes (1, 000,000 Gigabytes) en almacenamiento de selfies, fotos de hamburguesas, videos de personas saludando a otras personas por su celular (el típico LIVE de Instagram dónde tu contacto lo único que hace es mirar la pantalla y decir “hola fulano, ¿cómo tu ta?” y no aporta absolutamente nada extraordinario (ni siquiera ordinario) en esos 10 segundos que acabas de perder en tu vida. Ahora, los expertos dicen que el giro para el 2017 de las plataformas se concentra en algo muy peculiar.
He hablado con personas que están concentrando todo su contenido en una sola app, Instagram por ejemplo. Porque es la única red que los atrapa. He oído y leído a otros de mi edad que están a punto de tirar la toalla. ¿Será que tanta tecnología y “avances” en la plataforma ya nos tienen medio “jartos”? Mira lo nuevo que trae Facebook…
Definitivamente es una relación amor – odio. A veces me doy cuenta que he levantado el teléfono 5 veces para chequear algo. Me doy cuenta que es una adicción. Y para mí, que dejé de fumar cigarrillos después de haber fumado por más de 20 años (situación actual de adicción: un cigarro/tabaco/puro ocasional 3 veces al año no creo que hace daño) sé perfectamente lo que es una adicción. El cigarrillo te roba salud, te acorta la vida… te roba tiempo. Las distracciones digitales también. Hoy y más a mi edad, el tiempo es oro.