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OJO. Es un tema donde fácilmente quedas como un HIPÓCRITA…

La palabra de ayer era sobre el perdón. Perdonarte a ti y a los demás. Algo difícil de hacer cuando te ofenden.

En la vida real, pueden ofenderte una, dos de pronto más personas, pero en digital … CIENTOS… MILES pueden ofenderte y enviarte comentarios no tanto negativos… sino expresamente de odio para causarte dolor.

Me acuerda al segundo acuerdo de «Los Cuatro Acuerdos»: ? No te tomes nada personalmente”. ¿Pero cómo hacer esa vaina?

A veces estamos tan predispuestos a que solo hablen bien de nosotros que no estamos preparados para recibir críticas… no tenemos herramientas emocionales para lidiar con (por ejemplo) una avalancha de odio digital.

Pero la cosa es que hay que perdonar. Dice mi libro de la Palabra Diaria «el amor de Dios sana todo dolor y me ayuda a perdonar a personas, experiencias y situaciones. Mientras practico el perdón, dejo ir por completo».

Lindísimo concepto por cierto (nótese el sarcasmo). Hoy habría que preguntarles a Agallua si está lista para perdonar. Si perdonó a las personas que enviaron tanto odio. Tanto así que salpicaron a otras #influencers que nada tuvieron que ver en ese baile… pero el «Departamento de Investigación de Plagios Digitales» las metieron igual en el medio.

Ayer, piedras digitales se tiraron, cruces se cargaron y al final se crucificaron personas en #RedesSociales. Muy ad-hoc para estos días por cierto.

Creo que hemos aprendido un par de cosas:

1.- La gente es cruel… cuando quiere. Es más fácil ser mediocre que hacer el trabajo que se tiene que hacer.

2.- Los influencers necesitan saber que de vez en cuando van a tirar piedras a su casa de cristal. Deal with it.

3.- Y los seguidores necesitan tener más cabeza en escoger sus «elegidos digitales». Estamos cayendo en la dinámica «subir para luego bajar a punta de palos»… y eso es peligroso.

A mi me sorprendió realmente el tráfico e interés que produjo este caso. Al parecer hay personas que necesitan tener más oficio en estos días «Covidianos»…

A mi no me extrañó el odio de algunos mensajes ayer. Yo ya visto y/o trabajado en casos de #manejodecrisis que demostró justamente el número 1 más arriba. Habrá que ver si la cuarentena ayudó a magnificar el odio por aburrimiento.

A ver si la cuarentena también ayuda a perdonar.

Si tienes un comentario o crítica, déjame un comentario… ¡me encanta leerte❤

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