Cuando Kay Valenzuela se me acercó (vía Fidel Jeldes) a invitarme al EDI – Customer Experience Exchange 2017, acepté de una vez. Conversé con ella por teléfono y quedé absolutamente encantado con el proyecto. Prometí participar con una charla y así nació “La experiencia del cliente digital” que se los resumo brevemente más abajo =)
No contento con entrarle a Snapchat y comprar a Whatsapp e Instagram, al parecer ahora Zuckerberg va tras otros dos gigantes del Internet… YouTube y Netflix. Se llama Facebook Watch.
Lo leí en Semana.com (Colombia) y si es que no ha llegado a República Dominicana ya es que viene en camino. Es lo nuevo en tretas digitales para joderte la existencia. Se llama Chat Spoofing (Chat Engañoso). Es crear una conversación falsa en un chat como Whatsapp para solicitar dinero vía un chantaje sobre una situación imaginaria. Me explico…
He visto como de pronto ha empezado un cierto “boom” de muchas personas queriendo estar en Redes Sociales. Solo falta abrir el Instagram en épocas como Semana Santa donde hay alcohol para bañar burros y yeguas y de pronto te encuentras con un anuncio de algo o de alguien que te hace decir “¿qué estaba pensando este tipo en promocionar ese post?” El ejemplo del tipo (que después supe que era un cantante de mariachis local) promocionando su post con torso semidesnudo deseando a todas sus fans un feliz Viernes Santo. Cuando fui a su cuenta (sí, porque tuve que ir a su cuenta, me di cuenta que tenía unos 300 seguidores). Y aunque el tamaño no es “taaaan” importante en Redes Sociales, lo que si es que no le vi el contexto de la publicidad. Obvio, porque yo no era el mercado. Por eso menciono el alcohol, de pronto los tragos de más le hizo parecer una buena idea el hecho de hacerle caso al botoncito que te ponen debajo de tu post que dice “promocionar”.
Una persona súper cercana me envía lo siguiente por Whatsapp: “Familia me está comentado mi amiga Mariela de Vargas, que llegó un cargamento de arroz y que no pasó las normas de Sanidad porque trae un virus que sólo se ve en Pakistán. El arroz es de allá y el árabe pago y soborno para que le sacaran la mercancía y ya la distribuyeron a la colectividad. El arroz se llama «Dana» y el empaque es azul y dice hecho en Pakistán. Que por favor no lo vayan a comprar está muy contaminado”. Yo le pregunto si ella conoce a la Mariela de Vargas, ella me responde “no la conozco”. Entonces, ¿por qué reenvías este mensaje? “Por si acaso”, me responde. La verdad es que si antes había que no creer todo lo que uno escuchaba, hoy si es que hay que dividir todo por 4 antes de empezar a creer. Lo que pasa es que no se puede creer todo lo que lees o puedas ver por Internet. Empezando por el tráfico y los fans de ciertas marcas.
Oye, la vida sí se ha complicado. Ahora de viejo hay que pensar en seguro de vida, y si eres ya muy proactivo, arreglos tipo “últimos gastos”. Suena tétrico pero es cierto. De hecho, las empresas que ofrecen esos tipos de coberturas te invitan por teléfono para que vayas a un cóctel donde amablemente un desconocido, que visiblemente trabaja por comisión, te hablará en tu cara de tus últimas horas en la tierra y la buena idea de invertir en un pedazo de tierra para que toda tu familia te visite siempre (lo cual casi nunca pasa). Así que siguiendo con el tema de los periódicos que no circulan los domingos por “cultura digital de los consumidores” (mentira, es que no tienen pauta), al parecer las redes sociales están ofreciendo soluciones para que tú puedas vivir para siempre. Siempre presente, siempre digital, incluso puedes designar un “Community Manager Post Mortem” (hey, ahí hay un negocio en potencia). Y dice así:
Increíble, pero mi amigo Mark Zuckerberg tendrá mil cosas en la cabeza, pero todos tienen un hilo común, tenerte metido en Facebook por la mayor cantidad de tiempo posible. Hoy escribo una acumulación de objetivos que estarán listos pronto para que Facebook se consolide no tanto como la Red Social más importante del mundo (lo cual ya lo es) sino como un jugador importante en el desarrollo de tu vida cotidiana y la humanidad en general. ¿Me puse muy serio?
8 Redes Sociales para borrachos, millonarios, asociales e intelectuales (y demás hierbas aromáticas)
En el año 1993, mientras estaba viviendo en Chile, de camino a la Universidad escuché algo en la radio que me dejó helado. Un aviso para un concierto de Living Colour en Santiago de Chile. ¡¿Qué?! ¿Un concierto de MI LIVING COLOUR en CHILE? Pero, ¿y quién sabrá las canciones como las conozco yo? ¡Es imposible que alguien vaya a ese concierto! Que equivocado estaba. ESTABA LLENO. Y como buen concierto en Chile, se lo cantaron TODO. Hasta los anuncios. El estadio se supo CADA CANCIÓN, especialmente los nuevos (algunos que ni yo sabía). Y ahí fue que aprendí una máxima mercadológica que sigue en pie hasta el día de hoy…