El caso de Sonia Mateo y su botellita de agua: Creo que hemos avanzado. Al principio de la era de las “redes sociales”, dábamos los buenos días (aún lo hacemos), el “buen provecho” (aún se hace) y las “buenas noches” (no tanto como los buenos dias). Pero hemos empezado a ver que las mentes creativas se están “tímidamente” asomando a través del contenido de algunas marcas y para muestra “un botón” que ocurrió esta semana. Aquí un poco del backstory:
El mundo de las redes sociales y el mercadeo digital en general se mueve a un ritmo que a veces le dan ganas a uno a mandarse a cambiar a la Conchinchina y desconectarse por un buen rato. ¡Pero no se puede! Gracias al WhatsApp y la tonelada de amigos early adopters que uno tiene uno siempre se termina de enterarse de la última teleserie digital entre plataformas. En estos días le tocó a Instagram y la “Fortaleza de la Soledad” más reciente de los millennials, Snapchat.
Tengo dos días sin Internet en mi teléfono. Claro RD se ha pegado una avería que ha dejado a miles (creo yo) de usuarios sin voz ni data. El viernes pasado llegué a recoger a mi hija de su campamento de verano y un papá que no conocía me preguntó “¿tu celular funciona?”. Yo me había dado cuenta una hora antes de que no tenía conexión. Eso fue el viernes en la mañana, estamos hoy a domingo en la mañana y me teléfono sigue siendo un pisapapeles con pantalla. Y eso me puso a pensar…
Durante mi participación en el COREGICAH (Congreso Regional de Gestión Integral de Capital Humano) este pasado 18 de mayo del 2016, tuve la oportunidad de hacer dos talleres cortos de cuatro horas c/u sobre Search Engine Optimization y de Storytelling Corporativo.